Cómo dejar de ser tan ansiosa y empezar a disfrutar a tu bebé

Los miedos cuando llegamos con un recién nacido a casa son tan enormes, que todo el tiempo nos mantenemos en un estado de alerta que puede desencadenar ansiedad.

Si a esto le añadimos la presión por hacer las cosas que la gente espera que hagamos, la recuperación del parto, las hormonas que todavía nos tienen a tope y que nuestro bebé esté pasando por algo como cólicos, reflujo o alguna complicación de salud, la ansiedad se vuelve un ciclo constante.

Magda Gerber, experta infantil, nos dice cómo podemos llevar esta nueva etapa sin estrés, con más confianza en nosotras mismas y nuestros bebés para disfrutar la crianza.

Es simple:  Calmándonos primero nosotros y cambiando un poquito lo que nos decimos a nosotras mismas y como estamos llevando la maternidad.

1. En lugar de sentirte responsable por que tu bebé está llorando y no lo pudiste evitar, entiende por qué esta llorando tu bebé y qué necesita con ese llanto.

2. En lugar de alterarnos y correr con cada llanto, trabajamos para mantener la calma y escuchar para que nuestro hijo pueda sentirse escuchado.

3. En lugar de tomar cada llanto de nuestro bebé como una urgencia intensa, entendemos que es su forma de expresarse y que con un llanto nos pueden decir si tienen calor, si están incómodos, si les aprieta la ropa, y no una necesidad enorme.

4. En lugar de estresarnos por mantenerlos entretenidos y jugando todo el tiempo, entendemos que los niños tienen la capacidad de entretenerse por sí solos y que el aburrimiento es bueno para ellos.

5. En lugar de tener todo el miedo de que algo les pueda pasar, confiamos en que ellos tienen la capacidad de aprender y adaptarse al medio que están conociendo.

De esta forma puedes conectar mejor con tu bebé, conocerlo más, y lo bueno de esto es que no importa en qué etapa estés, si es un recién nacido o un niño de 2 años, puedes comenzar a aplicar este tipo de pensamiento y las cosas mejorarán.