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9 personalidades: ¿Qué tipo de mamá eres según el eneagrama?

Publicado: 9 de Julio 2020
Vida de mamá
Foto: IG @mamaporsorpresa
Foto: IG @mamaporsorpresa

El eneagrama de la personalidad es una herramienta de autoconocimiento que nos permite comprender nuestros miedos, nuestras motivaciones, nuestros lados lindos y oscuros, y también, nuestras respuestas automáticas que por supuesto vivimos con nuestros hijos.

 

Aunque podemos tener características de varios tipos, uno de ellos predomina. No hay mejores ni peores, cada una aporta riqueza al mundo.

 

Tu personalidad influye en tu modo de criar. Saber qué tipo de mamá eres te permitirá encontrar tus fortalezas y tus limitaciones, y podrás pensar en caminos alternativos con tus niños que vayan de acuerdo con lo que realmente eres.

 

Cuando encuentres tu tipo puedes buscar más información para entenderlo a profundidad.  

 

Tipo 1: “La perfeccionista”: Responsable, noble, ordenada, íntegra, estricta, inflexible y necia.

 

Eres firme con tus hijos y la disciplina es muy importante para ti. Te gusta el orden, las reglas y los límites. Intentas enseñarles a tus hijos a ser buenas personas, que digan la verdad y tu meta es que se conviertan en personas responsables. Eres muy estable y constante, lo que les da mucha seguridad a los niños.

 

Intenta relajarte y divertirte con tus hijos. Es importante que ellos conozcan este lado tuyo. Puedes, dentro de la rutina que es tan importante para ti, dejar un tiempo para jugar y reírte con ellos sin preocupaciones. Habla con tu hijo sin ser moralista, reconoce que existe más de una manera de ser buena persona y acuérdate de que la perfección no es lo más importante. La vida es gris, no blanca o negra.

 

Tipo 2: “La ayudadora”:  Servicial, generosa, sensible, generosa, controladora, dependiente y sobreprotectora.  

 

Eres una mamá empática, detallista, cálida y muy apapachona. Te importa que tus hijos sepan que los amas y que los escuchas. Te gusta participar activamente en las actividades de los niños, ya sea en la escuela o en clases extracurriculares. Te involucras en sus juegos y en su mundo interno.

 

Aun así, puedes caer en la preocupación excesiva o en la sobreprotección. Intenta promover la independencia de tus hijos y dejar que crezcan. Tú estarás ahí por si te necesitan, pero procura soltarlos. De igual manera, espera a que ellos se acerquen a platicarte lo que están sintiendo o viviendo, no los presiones a compartir ni caigas en ser querer “meterte” demasiado en su espacio.

 

Tipo 3: “La ejecutora”: Segura, competente, activa, trabajadora, vanidosa, impaciente y a veces superficial.  

 

Eres una mamá optimista, trabajadora, orientada al logro y al éxito. Eres una persona atractiva, multitarea y puedes prestar atención a muchas actividades al mismo tiempo. La verdad es que casi todo lo que haces te sale muy bien.  

 

Por eso mismo eres muy exigente con tus hijos. Te gusta que sean los mejores y los más exitosos, los motivas a sobresalir y a cumplir sus sueños. Te gusta que participen en múltiples actividades y se mantengan ocupados.

 

Es importante que reconozcas que el éxito no es lo más importante y que, a lo mejor, a tu hijo no le importa ser el mejor o estar ocupado todo el día. Date cuenta de cómo le afectan las expectativas que pones. Dale tiempo para jugar, para descansar, y, sobre todo, vincúlate con él, tanta actividad puede hacer que no entiendas sus emociones y lo que realmente necesita.

 

Tipo 4: “La individualista”: Apasionada, intuitiva, introspectiva, profunda, dramática, víctima y temperamental.  

 

Eres una mujer sensible, cálida, muy creativa y reflexiva. No te importa ser diferente, es más, te gusta serlo. Probablemente disfrutas realizar actividades que permitan que te expreses, por ejemplo, escribir, pintar, hacer manualidades, tocar música o cocinar. Prefieres pasar tiempo en grupos pequeños o en actividades uno a uno.

 

Para ti es muy importante que tus hijos conecten con sus emociones y las sientan, por eso, desde que son muy chicos les ayudas a nombrarlas y experimentarlas. Le das importancia a darles tiempo para jugar y ser creativos, además de que le motivas a ser él mismo y a no tenerle miedo a ser diferente. 

 

A veces puedes ser temperamental y contagiar tus sentimientos a tus hijos. Intenta darte cuenta para que ellos no se sientan responsables. Quizás ellos no sienten tan intensamente como tú y eso está bien. No es necesario sobre analizar una emoción o que cada plática sea profunda- Si a ellos les importa pertenecer al grupo más que ser diferentes, acéptalo. 

 

Tipo 5: “La investigadora”: observadora, independiente, clara, perceptiva, fría, inexpresiva y desobligada. 

 

Eres una mamá muy inteligente, que valoras la educación y para ti, la información es poder. Te gusta sentirte capaz y constantemente estás investigando, volviéndote experta en lo que te importa. La parte social no es tan importante para ti, pero buscas que tu hijo se convierta en una persona con pasión por el conocimiento. Lo llevas a museos, lo motivas a leer y a preguntar. Buscas cultivar la mente de tu hijo exponiéndolo a la cultura y a la ciencia desde muy chico, volviéndolo una persona muy curiosa.

 

La parte emocional es complicada para ti, por eso cuando tu hijo está haciendo un berrinche o experimentando una emoción difícil, es importante que conectes con él y no te aísles o intentes racionalizar lo que está pasando. Así mismo, procura darle tiempo para socializar y divertirse con otros niños.

 

Tipo 6: “La leal”: Responsable, práctica, confiable, cuidadosa, indecisa, suspicaz, insegura y ansiosa. 

 

Eres una persona muy entregada, prudente, trabajadora y servicial. Como mamá te importa que tu hijo se sienta entendido y validado. Te cuesta trabajo poner límites y tiendes a ser muy preocupona y miedosa.

 

Eres una mamá muy presente y constante. Tus hijos saben que ahí están y que tienes preparado lo que se necesita. Les ayudas con la tarea, con sus juegos y lo que se vaya presentando.

 

Intenta no preocuparte en exceso, esto puede hacer que transmitas la imagen de un mundo inseguro y muy peligroso a tus hijos. Transmíteles seguridad y motívalos a ser independientes. Permite que otros adultos de tu confianza te ayuden en la crianza de tus hijos, no necesitas hacer todo tú para ser una gran mamá. Confía en tus hijos y en lo que les has enseñado. 

 

Tipo 7: “La entusiasta”: optimista, soñadora, divertida, amigable, impaciente, distraída y despreocupada. 

 

Eres una mujer con una actitud positiva y divertida ante la vida. Eres aventurera, tienes una mente rápida, un gran sentido del humor y siempre tienes un plan divertido para hacer con tus hijos. Te gusta pasarla bien con ellos y aunque para ti es muy importante sentir placer en las actividades cotidianas, constantemente vives en el futuro y eso te impide disfrutar el momento. 

 

Quizás tu hijo no es tan espontáneo y aventurero, así que intenta darle una rutina y un ritmo de vida más estable. Aunque te aburra realizar ciertas tareas, es importante que los niños comprendan que hay responsabilidades y obligaciones además de diversión. 

 

Tipo 8: “La protectora”: Valiente, asertiva, fuerte, realista, no le gusta sentirse vulnerable y puede ser agresiva.  

 

Para ti, lo más importante es proteger a tus hijos. Sientes que el mundo es de los fuertes, así que intentas educar a una personita fuerte. Eres decisiva y no le temes a la confrontación, por lo que para ti no hay problema en debatir y en empujar a tus hijos a que venzan retos. 

 

Muéstrate vulnerable con tus hijos, exprésales tus miedos y lo que sientes. Ellos necesitan ver que también eres humana. Puede ser que tu niño sea más retraído o tímido, déjalo ser. Puedes ser muy firme y directa, háblale a tu hijo a su altura e intenta ser más cálida. 

 

Tipo 9: Tranquila, conciliadora, paciente, de mente abierta, pasivo-agresiva, apática y olvidadiza. 

 

Lo que buscas en tu casa es paz. Eres muy alivianada, fluyes con la corriente y tomas la vida como es. Eres una mamá que logra percibir lo que su hijo siente y le ayudas a navegar el mundo, resolviendo problemas de manera creativa, libre y con sentido del humor.

 

Aun así, a veces puedes ser inconsistente y llegar a no poner límites cuando son muy necesarios. Los niños necesitan disciplina y rutina. No te gustan las conversaciones difíciles, pero hay que enfrentarlas y los niños necesitan aprender a resolver conflictos, aunque sea doloroso e incómodo. 

 

 

Fuentes: 

“Eneagrama: ¿quién soy?” – Andrea Vargas

“Eneagrama: el poder de los instintos” Andrea Vargas

 

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