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Por difícil que sea tu hijo, nunca dejes de hablarle con amor

Publicado: 15 de Febrero 2019
Vida de mamá
Foto IG: fifo.dad
Foto IG: fifo.dad

Las palabras tienen más impacto de lo que crees en tus hijos, así que por más difícil que sea el carácter de los tuyos, o la situación, nunca dejes de hablarles con amor.

 

¿Sabías que las palabras, regaños y consejos que les damos a nuestros hijos desde edades tempranas quedan en su mente como una voz interior que les ayudará a tomar decisiones a lo largo de su vida? En especial las palabras negativas.

 

Cuando los niños están sometidos a estrés, éste puede llegar a afectar el funcionamiento del cerebro, según un estudio realizado por los investigadores del Bookhaven National Laboratory, escuchar la palabra “no” estimula la producción de cortisol, la hormona del estrés.

 

Los resultados publicados en la revista Emotion, demostraron que los niños que reciben palabras negativas constantemente, mantienen activo su centro de mando emocional comprobando si se encuentran en riesgo, ya que las palabras negativas resultan amenazantes, los niños podrían estar en un estado constante de estrés.

 

Además, durante el estudio se comprobó que cuando las personas hacían una lista de palabras negativas en muy poco tiempo su estado de ánimo empeoraba y comenzaban a aparecer pensamientos negativos.

 

El peligro de esto es cuando las palabras negativas se vuelven etiquetas con los niños, cuando se les regaña juzgando su persona y no la acción, palabras como eres malo, eres flojo, eres grosero.

 

Éstas no están hablando sobre un acto, sino sobre la personalidad del niño, por lo que puede terminar cumpliéndose. Pues después de escuchar todo el tiempo las mismas palabras, los niños terminan aceptándolo e incorporándolo a su personalidad.

 

Esto no es todo, los niños que tienen una comunicación negativa entre sus padres, terminarán teniéndola con la gente que conocen, lo cual puede traer problemas interpersonales.

 

De ahí la importancia de crear un entorno de comunicación abierta y positiva, disciplinar desde el amor y el respeto, marcar límites claros de una forma que no afecte el autoestima de tus hijos.

 

Que sepa que aunque a veces lo regañas, o no puede hacer algo en ese momento, no significa que no lo amas incondicionalmente.

 

Fuente: https://www.bnl.gov/world

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