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No por estar cansada eres una mala madre

Publicado: 26 de Febrero 2019
Vida de mamá
Foto: IG@dicolaaa
Foto: IG@dicolaaa

Estoy cansada, súper cansada, no sólo físicamente, mentalmente también. Soy mamá y sentirme así me causa una gran culpa, pero no soy la única y estar así no me hace una mala madre.

 

No sé en qué momento nos pintaron la maternidad de rosa o azul, pero no es así, es technicolor, con negros, grises, blancos y una gama interminable de colores como la vida misma. No todos los momentos son felices y no todos los momentos son tristes, pasamos de un lado a otro como brincando charcos tratando de salvarnos de mojarnos, pero a veces mojarnos también es lo más divertido.

 

Así lo veo yo y en estas metáforas no cabe la perfección ni los altos estándares que muchas veces son producto de nuestra mente y lo que vemos allá fuera que nos gustaría ser. Entonces cuando nos enfrentamos a nuestra realidad y a que tenemos un pequeño que difícilmente será como nosotras esperamos, nos frustramos.

 

Las mamás lloramos con fuerza cuando no entendemos nada de lo que pasa en nuestro mundo al igual que nos carcajeamos cuando la vida nos sorprende con nuevas cosas.

 

Las mujeres que hemos traído al mundo a un bebé sabemos lo que es soltar y dejar ser, y no lo aprendimos de la mejor forma, lo hemos aprendido a través de la locura de la noche cuando tu hijo simplemente quiere comer cada hora porque está en un pico de crecimiento:

 

  • Cuando tu hija quiere hacer las cosas a su manera y tú tienes que dejarla ser, porque tu manera no es la única y te choca saber eso.

 

  • Cuando tu esposo no lava los trastes como tú quieres pero los lava a su manera, y te das cuenta que al final no importa la forma en que lo hace, sino que los lave.

 

  • Cuando te das cuenta que no puedes hacer todo lo que esperas al ser mamá y tienes que tomar un descanso.

 

  • Cuando sabes que estás hasta el tope y tienes que salir un momento, y eso no te hace mala mamá.

 

Ser mamás nos hace madurar y adaptarnos a situaciones que no teníamos previstas, nos hace enfocarnos en lo más importante y tener una tolerancia a la incertidumbre más alta porque no podemos controlar todo y no sabemos qué podría pasar mañana.

 

Ser mamá no es ser perfecta en todo, fallamos porque somos humanas, tenemos días bajos y días donde queremos salir corriendo y eso no significa que no amemos a nuestros hijos.

 

Así que date tu tiempo sin culpa, toma espacio si lo necesitas, pero sobre todo pide ayuda cuando sientas que una situación te está sobrepasando, no estás sola, somos muchas las que todos los días queremos salir corriendo, pero tomamos cada día como un nuevo reto y damos lo mejor porque hay alguien que nos necesita bien y la única forma de estar bien es siendo bondadosas con nosotras mismas.

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