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Niños daneses tiene clases de empatía. Sumar y leer es igual de importante que ser bueno con los demás 

Publicado: 31 de Octubre 2019
Vida de mamá
Foto: IG @fifo_dad
Foto: IG @fifo_dad

Ahora que ya llevo unos años siendo adulta y he podido echarme un clavado a mis días de estudiante, me he dado cuenta que me hubiera encantado recibir, además de las materias tradicionales, otro tipo de enseñanzas. 

 

 

Por ejemplo, a entender cómo funciona Hacienda y cómo se saca una factura, a llevar tus finanzas personales sanas, a manejar el estrés en una oficina, cómo ser un buen líder, a consumir menos y cuidar el planeta, o a ser empáticos con los demás. 

 

 

Y aunque seguramente mucho de esto depende de la carrera que eliges, hay cosas que son parte de nuestro día a día que no están en los programas de las universidades, y tampoco estuvieron en casa. 

 

 

A los niños en Dinamarca les están enseñando desde la primaria lo que significa la empatía y la importancia de darle valor a las personas, me dieron ganas de hacer mis maletas e irme con mi hija, mi esposo y mi gato, para trabajar desde allá. 

 

 

Y es que si uno se pone a googlear, no es difícil encontrar que los países Nórdicos en Europa, la península Escandinava y Dinamarca, son pioneros en este tipo de medidas para enfrentar los problemas del mundo de formas muy creativas, humanas y con resultados impresionantes. 

 

 

Además de que Dinamarca es el país de las personas más felices en el mundo, también sobresale por el nivel educativo que hay, el cual ha tenido varios cambios drásticos en la forma de enseñanza con los niños, enfatizando la importancia al aprendizaje y la formación, y no tanto a una boleta de calificaciones. 

 

 

Los niños daneses reciben una educación tan completa, que tienen programas para desarrollar habilidades de convivencia, con el fin de hacerlos sentir parte de una sociedad y que logren ver a los demás como personas. 

 

 

Una de las clases, es la de empatía para que logren preocuparse por los otros, y comienzan a tener esta materia a partir de los 6 años y hasta los 16. Y seguramente te preguntarás cómo lo están haciendo, por si podemos replicar un poco de eso en casa, con la familia o en los grupos de amiguitos. 

 

 

Los niños son incentivados a platicar los problemas que les acongojan una vez a la semana, mientras el resto de los compañeros pone atención. Entre todos deben buscar soluciones creativas, aterrizadas y cercanas a los problemas para que el niño logre solucionarlo. 

 

 

Esto ha logrado que los niños se muestren vulnerables y sin temor a que los demás noten que su vida no es perfecta, (en realidad la de nadie lo es), o a ser juzgados. Abre una oportunidad de generar confianza entre ellos al darse cuenta que todos tienen problemas. 

 

 

Lo que se logra con este tipo de dinámicas son relaciones más armoniosas, un sentido de compañerismo y trabajo en equipo más fuerte que al final beneficiará a la sociedad en general.

 

 

Ojalá pudiéramos incentivar a los profesores a enseñar acerca de esto en clase, además de hacerlo nosotras en casa una vez a la semana como parte de una rutina familiar, pues además de aprender a leer y sumar, también es importante saber convivir sanamente. 

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