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La salud mental también está en cuarentena

Publicado: 16 de Abril 2020
Vida de mamá
Foto: IG @julimonsalveblog
Foto: IG @julimonsalveblog

Se sabe que en periodos de aislamiento son frecuentes reacciones de estrés, ansiedad, irritabilidad, nerviosismo, confusión, miedo y culpa. En algunos casos, esto puede llevar a insomnio, dificultades de concentración, pérdida de eficacia en el trabajo y, a largo plazo, a síntomas de depresión y estrés postraumático.

 

El confinamiento es un cambio radical de hábitos y costumbres, y además, nos exige readaptarnos a uno de nuestros principales recursos: El apoyo social y la relación con los otros.  Durante la cuarentena, o como he escuchado a algunas familias llamarla “la cuarEterna”, aparecen sentimientos de ansiedad como un mecanismo de defensa ante un peligro.

 

Y en estos momentos, la amenaza no es otra que la falta de coherencia entre lo que queremos y lo que podemos hacer.

 

No a todos nos afectará por igual, pues depende de varios factores individuales y del modo en que cada quien sepa afrontar situaciones de estrés, soledad, angustia y pérdida.

 

La salud mental y las reacciones que aparezcan dependerán también de varios factores, por ejemplo, la duración de la cuarentena, si en la familia hay miembros de mayor riesgo o no, si se tiene la capacidad de acceder a la medicina o no, si el confinamiento es con niños o en soledad, si hay que trabajar home office o no se tiene nada que hacer, etc.

 

Además, la sobreexposición a la información, o bien, la exposición a información poco clara e inadecuada, puede ser una gran fuente de ansiedad en el confinamiento. 

 

El Colegio de Psicología de Madrid, ante la pandemia del COVID-19, sugiere no estar todo el día conectado a las mismas noticias, usar el humor y la creatividad, recuperar viejas costumbres o mantener el contacto con el mundo externo, aunque ahora tenga que ser virtual.

 

Son cuatro consejos los principales para este confinamiento que quisiera compartir, para cuidar a nuestra salud mental, durante el tiempo que dure la cuarentena:

 

1. Generar rutinas, pero no estrictas.

No se trata de frustrarse porque no se han cumplido. Me refiero a rutinas como levantarse, bañarse y vestirse. Cada uno a su forma, pero sin estar en pijama todo el día. Y  sugiero, respetar en la medida de lo posible los antiguos horarios.

 

2. Mantener contacto a través de videollamadas.

Es fundamental ver la cara de las personas y cuidar tener un espacio para poder reír y hablar de otras cosas. Las videollamadas se pueden establecer de manera rutinaria, esto generaría un espacio en la agenda del día, aumentando el nivel de motivación y aminorando la sensación de ansiedad y soledad.

 

3. Participar en iniciativas solidarias.

Conectar con los vecinos desde la ventana, hacer un aplauso diario a los médicos y personal de enfermería que trabajan por el cuidado de todos arriesgándose a ellos mismos. Todos los movimientos que responden a la necesidad de pertenecer y compartir, como los live videos, las meditaciones online y los posts que comparten un buen ánimo, nos ayudan a mantener el contacto social y el bienestar emocional.

 

4. Respetar los espacios del resto de los miembros de la cuarentena.

En China, una de las consecuencias de este periodo de confinamiento, fueron las demandas de divorcio. Me duele opinar así, pero creo que cuando esto termine, habrá muchas rupturas de matrimonios y adolescentes que busquen independizarse de su familia. Es fundamental respetar los espacios y tiempos de cada miembro de la Familia o de los compañeros de cuarentena.

 

Antes de la cuarentena, vivíamos a contrarreloj intentando ser una máquina de producción con agenda saturada, en vez de disfrutar el tiempo para pensar qué queremos o qué nos gustaría hacer. Creo que esta pregunta que ahora tenemos el tiempo para cuestionarnos, puede ser difícil de responder para muchos.

 

Ponernos en marcha cuando todo termine, será una explosión de salida, será como recuperar la libertad que nunca habíamos valorado tanto.  Aunque con el tiempo echaremos de menos a los miembros con quien hemos pasado tantos días y romper la rutina que ya estaba establecida. Será una especie de sentimientos contradictorios, como un duelo, que en realidad considero que es lo que estamos viviendo actualmente durante el confinamiento.

 

Este momento puede ser una oportunidad para aprender a ser psicológicamente más flexibles. Puede llevarnos a ser más conscientes de nuestra fragilidad y del poco control que tenemos sobre varios aspectos de nuestro entorno. También es un momento que nos invita a hacer realmente consciencia sobre lo que es verdaderamente importante para cada uno de nosotros.

 

Si durante la cuarentena y la situación de confinamiento, no nos dejamos dominar por la ansiedad y el miedo, nos mantenemos activos y nos replanteamos lo que es verdaderamente valioso, estoy segura que saldremos psicológicamente reforzados. Vivir en carne propia qué pasa si cambiamos la agenda y si paramos el tiempo o modificamos las prioridades y nos dedicamos a cuidarnos, probablemente nos ayude a organizarnos de otro modo cuando todo esto termine.

 

Incluso, nos ayude a conectar con lo que verdaderamente necesitamos y cuidar de nuestra salud mental, quien también vive la cuarentena y el confinamiento. 

 

De todo corazón deseo que cada uno de los lectores y sus seres queridos estén con bien, ayudémonos unos a otros, a cuidar nuestra salud física y mental.

 

 

Por Alejandra Gabayet Manzano, Terapeuta Familiar Infanto-Juvenil para Naran Xadul

Encuéntrala en www.alegabayet.com o en Instagram y Facebook como @terapeutaalegabayet

 

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