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La mayor felicidad de los niños es su familia

Publicado: 28 de Agosto 2019
Vida de mamá
Foto: IG @senaenelson
Foto: IG @senaenelson

Nada de lo que le des a tus hijos compensará la ausencia. Es algo que me cuesta mucho trabajo leer porque actualmente la mayoría de las mamás trabajamos jornadas completas para poder sostener los gastos de un hogar y dejamos a nuestros críos en la guardería varias horas. 

 

Y si de algo estoy segura es de que todas cargamos con la culpa por estar lejos de ellos, no importa si tienen 5 meses o 2 años. Entonces, ¿cómo podemos llenar esos momentos de ausencia? Definitivamente sin cosas materiales. 

 

Los bebés no necesitan tantas cosas, ni la mochila más cara, ni la cuna más grande y equipada, mucho menos todos los juguetes que venden. Los niños de 2 años no necesitan Ipads, ni cochecitos, ni muñecas que vuelan, ellos sólo necesitan a sus papás con abrazos infinitos y besos que nunca se acaben. 

 

Necesitan encontrar consuelo en brazos que siempre estén abiertos para ellos cuando lloran, cuando tienen miedo, cuando quieren sentirse seguros. Quitar un abrazo y dar un Ipad no le dará una mejor vida, no llenará las horas que está sin ti, no lo hará sentirse menos solo. 

 

Abraza sin medida, prioriza los momentos con tus hijos. Sí, la casa tiene miles de pendientes y hay que hacer lo posible por que dos brazos nos alcancen para todo lo que tenemos que hacer, pero tus hijos crecerán más pronto de lo que te imaginas y querrás regresar el tiempo para volver a jugar 5 minutos más antes de meterlos a bañar. 

 

Querrás regresar a las noches donde te pedía que te acostaras cerquita y chocaban sus narices, pedirás una máquina del tiempo para gastar menos en cosas y más horas en los parques, en paseos, en vacaciones. 

 

Que nadie te diga que los niños de hoy están más consentidos, porque no es cierto. Jamás habían estado tan lejos de las personas que más aman, jamás habían estado tantas horas en guarderías o bajo el cuidado de alguien más.

 

Así que apapacha a tu bebé, cárgalo cuando te pida los brazos, no dejes de decirle cuanto lo amas, dale esos besos que sientes que te lo comes sin medida. Cancela los planes sociales si eso significa estar todavía más horas separados. No dejarás de trabajar, pero haz que tu prioridad esas horas en casa sea tu pequeñito.

 

Esta etapa pasará, vendrán años igual de bonitos, pero tu hijo ya no será un bebé. 

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