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Antes de entrar a tu casa, sonríe, toda tu vida depende de eso

Publicado: 26 de Enero 2020
Vida de papá
Foto: IG @chasingthesummerfileds
Foto: IG @chasingthesummerfileds

La actitud que tú muestras durante los 30 segundos que llegas a casa y saludas, puede afectar toda la dinámica familiar el resto de la tarde. 

 

De entre todas las cosas que recuerdo de mi niñez, hay una que siempre he tenido súper presente y es a mi papá llegando a casa siempre contento. 

 

Hoy lo mismo pasa con mi esposo, siempre llega con una gran sonrisa gritando hola por todos lados, buscando a su pequeña que desde la sala corre a abrazarlo. No hay quejas, no hay regaños, no hay malas caras, y eso para mí significa todo, por supuesto que para Loreto, nuestra hija, aún más. 

 

Cuando la recogemos de la escuela, el primer gesto que le ofrezco siempre es de amor y alegría, no importa si fue un día terrible en el trabajo, si perdí dinero o algo me hizo enojar mucho. 

 

Aunque no lo creas, los niños entienden lo que los gestos comunican, cuando te ven y traes una cara larga piensan: ¿ahora qué pasó? 

 

La actitud que tú muestras durante los 30 segundos que llegas a casa y saludas, puede afectar toda la dinámica familiar el resto de la tarde, y por consiguiente, la vida de tus hijos, porque es algo que haces todos los días. No es cualquier cosa. 

 

Es tan simple, que sólo necesitas mostrar una sonrisa. 

 

Los niños tal vez no se van a acordar de la fiesta carísima y gigante de cumpleaños por la que te mataste trabajando, tampoco ir a Disney cada año es importante, pero el momento en el que entras a tu casa y te ven, ese sí se queda guardado en su memoria. Así que si no estás dando tu mejor cara, puedes comenzar a arreglarlo hoy. 

 

Es momento de mostrar en nuestro rostro lo que nuestro corazón siente, porque aunque los amamos con toda el alma, no siempre lo ven de esa forma. Hay que enseñarles que estamos felices por verlos de nuevo después de un día en la escuela, que nos gusta estar a su lado cuando llegamos a casa, que para nosotros eso es lo más importante porque ellos están ahí. 

 

Así que deja de lado las críticas con tus hijos cuando los recoges y por 15 segundos sólo salúdalos con mucho entusiasmo. Después puedes preguntar por qué tienen los calcetines al revés o por qué mancharon su chamarra. 

 

Conviértelo en un hábito y antes de abrir la puerta piensa en esto, todos los días. 

 

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