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Siempre hablamos de mamá, pero qué hay del amor de papá

Publicado: 24 de Enero 2019
Vida de papá
Foto: IG @fifo.dad
Foto: IG @fifo.dad

Papá también se emocionó cuando supo que tendría un bebé y aunque él no lo tuvo en su vientre, compartió los miedos y emociones del embarazo.

 

El no sintió el dolor del parto ni tuvo los mismos nervios en la operación, pero estuvo ahí para darle fuerza a su pareja y ser su roca.

 

Papá también lloró cuando vio por primera vez a su hijo.

 

También ha sufrido los desvelos, no de la misma forma, pero también el sueño cambió para él de manera drástica. Aunque a nosotras nos de mucho coraje verlos dormir, también se levantan en la madrugada para ver si su bebé está bien, o a cobijar a su pareja.

 

Hay papás que no suelen ser muy expresivos con las personas, pero su bebé los logra derretir. Esos abrazos que reciben de sus hijos cuando llegan a casa después del trabajo son de las cosas por las que siempre amarán volver a casa.

 

Si antes estaban orgullosos de su esposa y la admiraban, ahora lo hacen al doble, aunque no siempre lo dicen, pero saben lo que conlleva criar a alguien y todo lo que hace una mamá y para ellos eso hace más maravillosa a la mujer que eligieron.

 

Sus ojos se iluminan con cada cosa nueva que hacen sus hijos, no por nada siempre están con el celular tomando fotos y videos que después presumirán a todos. Son los que siempre están alentando a hacer las cosas más intrépidas, no importa si a la mamá le está dando un paro cardíaco, ellos siempre salvan a sus hijos de las caídas como si tuvieran ojos en la espalda.

 

Les gusta hacer travesuras con los hijos, como comer chocolates a escondidas de mamá, pintar con la pintura que no querías que sacaran o irse al parque solitos.

 

Su amor es inmenso y con cada hijo aumenta. Si bien dicen que los hombres se enamoran de sus hijos cuando los ven, también es real que su amor aumenta conforme pasan los años.

 

No hay papás perfectos. Algunos temen al cargar a su recién nacido, otros jamás los bañarían porque no saben cómo hacerlo, en cambio jugarán toda la tarde o los llevarán a la escuela todos los días.

 

Cada uno da su amor de manera diferente, con cuentos en la noche, con burbujas por las tardes, con chocolates a escondidas, con avioncitos de papel o enseñándoles las cosas más raras del universo.

 

Pero hay algo muy cierto, los papás aman y aman mucho.

 

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