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Hijos caprichosos

Publicado: 9 de Febrero 2018
Vida de mamá
 ​​​​​Foto: IG @purlamb
 ​​​​​Foto: IG @purlamb

Si sientes que tu hijo ha empezado a exigir desmedida y continuamente juguetes, dulces o cualquier  otra cosa que se le antoje, es hora de poner un límite y evitar que las peticiones se vuelvan exigencias por capricho.

 

¿Cómo identificar si tu hijo es caprichoso?

 

Es demasiado egocéntrico 

 

Ésta es una característica común en cualquier niño, incluso algo normal como parte de su desarrollo; sin embargo, es importante que identifiques si este rasgo ha llegado a ser un exceso en tu hijo, al grado de no mostrar ningún interés por los demás.

 

Son intolerantes a la frustración

 

Si algo no resulta como querían, pueden llegar a hacer un escándalo en el intento de salirse con la suya: gritan, lloran, patalean… todo con tal de que los padres accedan a su capricho.

 

No muestra aprecio por sus cosas

 

Al percatarse de que es muy fácil conseguir lo que quiera deja de valorar lo que tiene, así que se vuelve descuidado y poco agradecido.

 

No están contentos con nada

 

Las dos principales razones por la que los hijos se vuelven caprichosos son dos situaciones contrapuestas que viven con sus padres: o no les prestan suficiente  atención o les prestan demasiada. El problema es que, por una u otra causa, el resultado es la infelicidad e insatisfacción del niño. Aquí la sugerencia es, obviamente, buscar un equilibrio.

 

6 recomendaciones para mejorar la conducta de los hijos caprichosos

 

1. Establecer límites es una medida clave, no solo para solucionar alguna situación fuera de control, sino para prevenirlas. Es importante que los papás se tomen un momento para definir, junto con su hijo, cuáles van a ser las normas sobre determinada cuestión. Estas normas deben quedar muy claras desde el principio, ser hasta cierto punto flexibles y acordes con su edad y nivel de entendimiento.

 

2. Es muy importante que ambos padres sostengan la misma postura ante las diferentes situaciones que se presenten. Para ello es fundamental que exista una buena comunicación entre ellos, a fin de permanecer siempre unidos, bien coordinados y dándose apoyo mutuo.

 

3. Es muy común que los abuelos y los tíos jueguen el papel de consentidores con los niños. Está bien, deja que sigan desempeñando ese rol, solo asegúrate de que tus hijos entiendan estas situaciones como excepcionales, y evita que se sientan con derecho a exigirlas siempre. 

 

4. Como ya decíamos, a veces basta con poner un poco más de atención a nuestros hijos para solucionar este tipo de problemas. Esto se entiende, ya que muchas veces los padres no tienen mucho tiempo para convivir con sus hijos, sin embargo, es importante mantener espacios para la convivencia y, sobre todo, poder darles tiempo de calidad, buscando actividades en las que se genere una buena comunicación en la familia. Ten presente que la infancia se va volando.

 

5. Enséñale a valorar sus cosas haciéndole ver el esfuerzo que implicó para ti adquirirlas, o bien, pidiéndole un esfuerzo propio a cambio, para que se haga de ellas. Otra cosa importante en este mismo sentido es que no siempre lo recompenses con premios de valor material.

 

6. Ambos padres deben mantenerse firmes al momento de poner límites a las exigencias, aun cuando el niño amenace con un tremendo berrinche. Al principio será difícil, sin duda, y tal vez les haga pasar malos ratos, pero tiene que llegar el momento en que se dé por vencido. A fin de cuentas, el objetivo es que entienda que no se puede tener todo en la vida.

 

Con información de: www.psicoglobalia.com

 

Por Psicología para Niños Para Naran Xadul

 

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