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Cómo ponerle límites sin destruir su espíritu

Publicado: 7 de Febrero 2018
Todas las edades
Foto: IG @lu_mulloy
Foto: IG @lu_mulloy

“Ya te tiene tomada la medida”… Es una frase que me dijo mi esposo cuando mi hijo quería algo y, efectivamente, se salió con la suya.

Con esto me di cuenta que tenía que poner límites que fueran efectivos y, lo más importante… que mi hijo no se diera cuenta y los aceptara sin berrinches.

Para que mi hijo no lo sintiera como una imposición o agresión, y estuviera dispuesto a corregir su conducta y a aceptar los límites, le seguí mostrando todo mi amor y comprensión, mientras ponía en práctica los siguientes consejos del Child Development Institute.

1. Muestra los límites

Hay que recordar que nuestros hijos aprenden con el ejemplo, así que si le mostramos lo que tienen que hacer, será más fácil para ellos.

También hay que tener una comunicación muy estrecha y abierta con los niños. Aunque sean pequeños,  entienden a la perfección. Esto nos ayudará a enseñarle las “normas” que debemos seguir para socializar y comportarnos con los demás.

2. Transmite los límites de forma positiva

No impongas un “No” de entrada. Por ejemplo, en lugar de decir “no grites” dile “baja la voz” o explica la razón por la que tienen que modificar cierto comportamiento o la forma de pedir las cosas.

3. Sé firme

Nunca dudes o contradigas algo que le pediste al pequeño. Si tomaste la decisión de que no comerá chocolate en la noche, debes respetarla siempre.

4. Da alternativas

Nunca impongas, de lo contrario no avanzarán. Si tus hijos quieren algo, pero para ti no es correcto; trata de buscar una alternativa y negocia con ellos. Así se darán cuenta que eres flexible, pero respetarán lo que tú dices.

5. Establece un límite a la vez

No exageres con imponer tres límites de un “jalón”, lo ideal es que se adapten a uno, antes de conocer uno nuevo.

6. Nunca muestres rechazo

Si tu hijo no quiere aceptar el límite, no lo rechaces. Mejor habla con él para que entienda por qué es lo mejor.

7. Controla tu carácter

Por más enojados que estén, traten de respirar y pregunten antes de actuar. Recuerda que los regaños, los gritos o la violencia son las peores armas para obligar a tu hijo a hacer algo.

Los límites son básicos para que nuestros pequeños aprendan cómo comportarse en familia y en el mundo que los rodea. Incluso, les ayuda a desarrollar su independencia y habilidades sociales. Pero pongámoslos de forma positiva y con mucho amor… ¡Te sorprenderá la forma en cómo responderá tu pequeño!

 

  Fuente: Child Development Institute

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