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A ti que amas ser mamá, pero que también extrañas tu libertad

Publicado: 6 de Febrero 2018
Emociones de mamá
Foto IG: @native_mamma
Foto IG: @native_mamma

Soy mamá y a veces envidio a la gente que decide ir al cine de un momento a otro sin tener que planearlo con anticipación.

A veces me gustaría poder quedarme en una fiesta sabiendo que no me tengo que levantar temprano al día siguiente.

A veces me gustaría quedarme un domingo viendo películas en casa en pijama.

A veces extraño los días de dormir toda la noche.

Y luego logro ir al cine y me encuentro a mí misma viendo las fotos que les tomé a mis hijos durante el día. Y voy a una fiesta y me la paso hablando de ellos y de como me hacen reír.

Y mi mamá se los lleva una tarde y yo muero por abrazarlos y hablar con ellos.

Y la verdad es que me doy cuenta que ser mamá es las dos, la luz y la sombra, cuando morimos por tener un momento para sentarnos solas a descansar, pero también cuando corremos y jugamos a atraparlos toda la tarde.

Cuando estamos tan cansadas que añoramos dormir sin despertarnos toda la noche y cuando nos quedamos despiertas revisando que a nuestro hijo no le suba la temperatura.

Ser mamá es las dos, es por eso que es tan mágico ser mamá porque la sombra no existe sin la luz. Al aceptar y reconocer los momentos que se nos dificulta nuestra maternidad, descubrimos y valoramos nuestra luz de madres.

Y lo único que necesito decirte, es que está bien y es normal añorar el día en que los baños largos eran la norma y que si querías podías tomarte el tiempo de rasurarte las piernas tranquila, sin sentir la histeria que tu peque de tres años encontró las tijeras escondidas y está experimentando un nuevo corte de pelo.

Está bien desear simultáneamente estar con tus hijos y al mismo tiempo desear estar en una playa sin tus hijos, tomando margaritas

Está bien ser la persona más feliz de la tierra cuando tus hijos por fin se duermen, pero sentirte triste cuando no pudiste llegar a acostarlos a darles el beso de buenas noches.

Está bien extrañar como era tu vida antes de ser mamá y la enorme libertad e independencia con la que vivías y que dabas por sentado.

Al aceptar y reconocer los momentos que se nos dificulta nuestra maternidad, descubrimos y valoramos nuestra luz de madres.

Basta de ocultar la verdad y vender la maternidad como un cuento de hadas. Hay momentos de grandes felicidades y satisfacciones pero también hay momentos de frustración y desesperación y por eso hay tanto aprendizaje.

 

Por Monica Bleiberg para Naran Xadul  Mónica Bleiberg es psicóloga Infantil y mamá de 2 niños. Cel. 0445523351177 Facebook: Nantli ​​ ​​

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