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9 cosas que debes saber si eres mamá de un varón

Publicado: 1 de Febrero 2018
Vida de mamá
Foto: IG @purl_lamb
Foto: IG @purl_lamb

Cuando alguien me pregunta si me hubiera gustado tener una hija, yo sólo les contesto: ¡Me encanta ser mamá de un varón!, disfruto mucho pasar tiempo con él, jugar y estar de “melosos” gran parte del día.

 

Jamás imaginé que convertirme en un pirata o en la mujer maravilla para hacerle compañía a Batman, así como experimentar una batalla campal en nuestro bosque imaginario, sería tan divertido.

 

Con todo esto me he dado cuenta que ser mamá de un varón engloba miles de cosas (que la mayoría no te dice) respecto a su desarrollo físico, emocional y mental, que debes tomar en cuenta para no preocuparte de más y disfrutar cada momento que estás con tu pequeño.

 

1. Tienen un mayor desarrollo físico.

 

Las diferencias hormonales y cerebrales entre niños y niñas hacen que ellos sean más alto, pesados y fuertes. Incluso, sus movimientos son más largos.

 

2. Se tardan más en mejorar la coordinación y el lenguaje.

 

Es normal que hablen más tarde y tengan una menor coordinación física que las niñas. Evita comparar su aprendizaje y desarrollo, no sólo con las pequeñas, sino con cualquier niño. Todos son diferentes y aprenden a su propio ritmo.

 

3. Quizás son menos expresivos pero NO son menos sensibles.

 

Los pequeños son más prácticos y accesibles, sin embargo, algunas veces son más sensibles que las niñas, pero su apariencia de “no me importa” te hace dudar.

 

4. Es fácil llevarlos al baño (pero cuidado cuando son bebés)

 

Si no quieres terminar empapada de pipí, lo más recomendable es que aprendas a cambiar el pañal de un niño en menos de un segundo, ya que el chorrito puede salir en cualquier momento, y más si hace frío.

 

Cuando crecen es más fácil llevarlos al baño, ya que al no tener que sentarse, pueden hacer pipí en cualquier parte (como regar un árbol cuando es muy urgente ¡oops!).

 

5. Son inquietos por naturaleza.

 

Siempre quieren correr, brincar, trepar, explorar, luchar y hacer cualquier actividad física que se les ocurra, por eso se dice que juegan un poco brusco y a ti te “pondrán los nervios de punta”.

 

7. Les gusta jugar con su pene.

 

Es una forma de descubrir su cuerpo y les causa mucha gracia hacerlo, así que no te espantes, es natural que lo hagan.

 

8. Tus visitas al médico son más frecuentes.

 

La forma de juego y exploración, así como el ser arriesgados, los hace más propensos a tener accidentes, por lo que tendrás que visitar o llamar a su médico de forma frecuente.

 

9. Tendrás que jugar a las pistolas o espadas con él.

 

En algún  momento de la infancia se le encenderá el chip de peleas con espadas o pistolas para salvar al mundo de los villanos. Esto no quiere decir que sea agresivo, es simplemente su naturaleza.

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