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5 verdades que me hubiera gustado escuchar sobre los primeros 100 días de ser mamá

Publicado: 5 de Febrero 2018
Vida de mamá
Foto: IG @bannortoys
Foto: IG @bannortoys

Cuando estuve embarazada por primera vez leí varios libros, y hasta asistí a un curso de cuidados del recién nacido.

 

Creía saber TODO lo que tenía que saber.

 

Sin embargo, después de vivir los primeros días con mi bebé; de experimentar en carne propia un nuevo mundo lleno de emociones a flor de piel; de sentir un amor único e inigualable; de llegar a un cansancio como no había sentido jamás; de días que me pusieron a prueba como nunca nada me había puesto... 

 

Puedo decir que lo que leí en los libros, lo que escuche en los cursos e incluso lo que me contaron mis amigas, sobre tener hijos, estaba muy alejado de la realidad.

 

Estas son las palabras que me hubiera gustado encontrar en los libros y textos que leí; estos los consejos que me hubiera gustado escuchar en lugar de los que me dieron. Quizás no se escuche y lean tan bonitos como los que recibí, pero son reales y honestos; y en estos, tus primeros 100 días, verás que la honestidad es lo mejor que puedes pedir.

 

1. Hay días que sentirás que eres pésima mamá.

 

Habrán días buenos y días muy malos; minutos buenos y en otros en los que sientes que la vida apesta. Tomarás buenas decisiones y otras no tanto. Aunque sientas que estás haciendo mal las cosas, sé compresiva contigo misma, porque estás escalando la montaña más alta con cero condicionamiento previo y estás haciendo lo mejor que puedas.

 

¡No seas tan dura contigo misma!

 

2. Acepta y ama tu cuerpo posparto.

 

Probablemente tu cuerpo sea muy distinto al de antes de embarazarte.  Quizás te quedó un pancita guanga donde antes no había nada; tal vez ahora las estrías marquen tu cuerpo. Y peor aún, lo más seguro es que a tu cuerpo le cueste un buen rato volver a “su normalidad”; pero en lugar de condenarlo, debes sentirte orgullosa, ¡tu cuerpo dio vida a un ser humano!

 

Mientras tanto, come sano, camina cuanto puedas y escucha a la gente que te dice que eres hermosa.

 

3. Tu bebé no es como ningún otro bebé.

 

Tu bebé es único y tú eres la única experta en él. Tienes que estar consiente y no esperar que va a ser como los libros dicen, o cómo tus sobrinos o hijos de tus amigas fueron; eso es lo perfectamente normal y maravilloso. En lugar de implementar teorías y demandar lo “normal” de un bebé, ponte a conocer a fondo cómo es ese nuevo ser que ha llegado a tu vida. Qué le gusta, qué le calma, qué le hace reír o qué le pone irritable.

 

Además, recuerda que no debes querer recrear la estructura familiar que has conocido. Tú eres responsable de la tuya, que responde para los miembros de tu propia familia; la que has creado.

 

 niña

 

​4. Popó, popó y popó.

 

Querida, nadie te dice la verdad sobre que los próximos, y muchos días después de tener un bebé, la popó se volverá un tema tan fundamental en tu vida... no tienes idea de cuánto tiempo pasarás hablando de ella, oliéndola, evaluándola, discutiéndola y hasta tomándole fotos.

 

Te aconsejo que vayas perdiendo el asco para ese día en que llegue la primera diarrea explosiva y te prepares con pañales que cuiden su piel.

 

5. Debemos dejar de repetir como sociedad que ser mamá es un fácil cuento de hadas sin sufrimientos.

 

Nuestra sociedad está acostumbrada a siempre querer que las cosas sean fáciles y rápidas. Pero la realidad es que debemos entender que muchas de éstas son difíciles y dolorosas, aunque en realidad sean buenas oportunidades de crecer porque representan grandes aprendizaje.

 

Estos primeros días estarán siempre a punto de hacerte estallar ante tantas dificultades, sacrificios y retos; pero recuerda, ¡esos son los que te harán crecer!  

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