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5 tips para que tu hijo goce su fiesta de cumple (Y tú también)

Publicado: 8 de Febrero 2018
Todas las edades
Foto: IG @foreignmomdiary
Foto: IG @foreignmomdiary

Haces hasta lo imposible para que la fiesta de tu hijo sea perfecta. Pero, el GRAN DÍA, tu pequeño no para de llorar, no quiere soplarle al pastel o pegarle a la piñata, e incluso, no desea jugar con sus amiguitos.

Para evitar este escenario, es importante que lo involucres desde la planeación de la fiesta, sobre todo si ya tiene más de dos años. También puedes seguir estos cinco consejos útiles que harán que tu hijo goce su fiesta… Y tú también.

  • 1.  Déjalo elegir algo más que la piñata. Si quiere elegir a quien invitar, deja que lo haga. Esto lo preparará para tomar decisiones importantes a futuro.
  • 2.  Habla con él sobre cómo será la fiesta. Explícale cómo es que irán ocurriendo las cosas, planteándole diferentes escenarios, y dile lo que esperas de él.
  • 3.  Controla su ingesta de azúcar (opta por opciones saludables en el menú). No puedes esperar que tenga autocontrol si solo se alimenta de comida chatarra.
  • 4. Observa cómo se relaciona con otros niños y cómo actúa en un rol protagónico. Obtendrás información valiosa que te permitirá potenciar sus habilidades y ayudarlo en sus áreas de oportunidad.
  • 5. Si hace un berrinche tenle paciencia. Dale la contención emocional que necesita y ayúdalo a que se le pase. Su fiesta de cumpleaños no es el mejor momento para aleccionarlo, mejor espera al día siguiente para hablar con él.

Un ejemplo de esto es una mamá que visitó el consultorio porque su hijo no quería invitar a su fiesta a todos los del salón. Luis (llamémosle así) solo quería de invitados a cuatro amigos, y esto tenía muy desconcertada a su mamá. “¡No quiero que se traumen!”, me dijo pensando en lo que podrían sentir los otros niños al saber que no habían sido invitados a la fiesta. Me pidió que lo hiciera recapacitar.

Ya en sesión toqué el tema con Luis y me sorprendió, no solo la congruencia de sus argumentos sino la seguridad con la que los exponía: “Si invito a todo el salón mi mamá va a querer que juegue con todos, y casi no voy a poder jugar futbol con mis mejores amigos”.

Aunque era evidente que tenía muy claro cómo quería que fuera su fiesta, invité a Luis a pensar en los niños que no estarían invitados. Contrario a lo que pensaba su mamá, para él eso no tenía importancia. Solo quería disfrutar su fiesta como la había imaginado. ¿No era justo que reclamara ese derecho a decidir cómo quería pasar esa fecha especial?

Al terminar la sesión, llevé a Luis hasta donde estaba su mamá. La aparté un poco y, sin que él escuchara, le dije que me parecía muy valioso que su hijo tuviera claro cómo quería que fuera su festejo y le sugerí aprovechar la oportunidad de validar la decisión de su hijo. Para ella terminó siendo muy liberador ver la situación desde otro punto de vista.

Ser el niño al que le toca apagar las velas no siempre es fácil. Muchos experimentan lo que podríamos llamar ansiedad precumpleañera, un tipo de ansiedad que genera muchos pensamientos y fantasías sobre cómo será el gran día. Esto los hace pasar por muchas emociones, la mayoría de ellas positivas, pero también otras que pueden ser complicadas de expresar y, sobre todo, de manejar.

En su fiesta de cumpleaños, un niño suele estar expuesto a muchos estímulos. Para empezar, es probable que ingiera altas dosis de azúcar, lo que alterará su estado de ánimo. Sumémosle que ese día es el centro de atención y entenderemos por qué no debemos sorprendernos si las cosas se salen de control. Para muchos niños no es fácil manejar este tipo de situaciones. Algunos se inhiben mientras les cantan las mañanitas, por ejemplo, y no saben qué hacer. Otros, en cambio, hacen berrinches a la menor provocación.

Además, todo esto ocurre en un contexto en el que debe portarse bien con todo mundo, dejar de jugar para sonreír a la cámara y convivir con invitados que no le caigan bien o ni conozca. ¿Cómo se logra todo esto? Manteniendo un control emocional casi perfecto. El problema es que pocos niños saben qué hacer con las emociones que experimentan durante su fiesta de cumpleaños.

 

Por Psicología para Niños para Naran Xadul

 

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