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5 pasos para proteger a tu peque del virus manos, pies y boca

Publicado: 7 de Febrero 2018
Crianza
Foto IG: @lu_mulloy
Foto IG: @lu_mulloy

La semana pasada en la escuela de mi hijo hubieron dos casos del virus manos, pies y boca, por ello nos recomendaron a todas las mamás tener vigilados a los pequeños, ya que se trata de una enfermedad contagiosa, pero no grave.

Este virus afecta a bebés y niños menores de cinco años, porque aún no cuentan con la protección contra los virus que causan la enfermedad.

Entonces pensé: ¡Chispas, mi hijo tiene tres años! Debo protegerlo a como de lugar, pero, ¿cómo?

Antes que nada, hay que conservar la calma y seguir las recomendaciones de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos, las cuales te comparto para que mantengas a “raya” a esta enfermedad contagiosa.

  • Lava tus manos y las de tu peque frecuentemente con agua y jabón durante 20 segundos. Siempre hazlo después de cambiarle el pañal, ir al baño, de jugar o antes de comer.
  • Cuida que tu peque no se toque ojos, nariz y boca con las manos sucias.
  • Evita compartir vasos o cubiertos, sobre todo si hay algún caso de la enfermedad cercano a tu hijo.
  • Aunque son muy ricos los besos y los abrazos, es importante mantener el control de éstos.
  • Desinfecta superficies y objetos. Es decir, limpia muy bien con agua clorada todo lo que toca tu pequeño: juguetes, manijas de las puertas, libros, etc.

¡Identifica la enfermedad!

Es importante que mantengas vigilado a tu hijo, sobre todo en los meses de verano y otoño, ya que es cuando existe una mayor propagación de la enfermedad.

Síntomas comunes:

  • Fiebre
  • Pérdida del apetito
  • Dolor de garganta
  • Sensación de malestar
  • Llagas dolorosas en la boca (normalmente comienzan como puntitos rojos planos)
  • Sarpullido que pueden convertirse en ampollas en la palma de las manos y la planta de los pies y, a veces, en las rodillas, codos, nalgas o área genital.

Todo esto aparece por etapas, o sea que no los verás todos juntos. 

Para esta enfermedad no hay vacuna ni tratamiento específico.

Los medicamentos que recetan los doctores son para aliviar síntomas; y normalmente, los pequeños se recuperan después de siete o diez días.

Así que para proteger a mi hijo de esta enfermedad estoy lavando su uniforme diario, le lavo las manos frecuentemente y trato de mantener la casa desinfectada. 

Lo importante es que no nos invada el miedo, para poder afrontar cualquier situación de la mejor forma posible.

 

Fuente: CDC

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