Publicidad
Publicidad

La menopausia es la oportunidad de conocer tu cuerpo otra vez.

Publicado: 6 de Junio 2025
Mamá
Foto stock Naran Xadul
Foto stock Naran Xadul

Nadie te dice que cuando entras a la menopausia o la perimenopausia, el cuerpo empieza a sentirse... distinto.
No necesariamente mal, pero sí como si de pronto ya no obedeciera igual. Como si fueras tú, pero en otra versión. Comes lo mismo, pero engordas más, tu cerebro de repente se abruma demasiado, te cansas de otra forma... y, a veces, te ríes o estornudas con miedo. Literalmente (tú sabes por qué).

Yo pensaba que eso de “hacerse pipí tantito” cuando te ríes, toses o estornudas era de tías. Hasta que me pasó. Y me enojé, me dio risa, pena y luego me puse a leer y a preguntar en serio.

Y sí, todo tiene una razón: los músculos cambian, las hormonas bajan, y uno de los grandes olvidados de nuestro cuerpo —el piso pélvico— empieza a resentirlo.

Lo que me explicó mi ginecólogo fue clarísimo: al perder masa muscular (algo súper común en esta etapa), todo se debilita más rápido. Y eso también incluye los músculos que sostienen tus órganos por dentro. Sí, esos que ni ves ni piensas en ellos, hasta que te fallan.

Y no es para asustarse, es para ponernos las pilas. Porque si no haces fuerza, pierdes fuerza. Si no te mueves, el cuerpo se desconecta. Y porque no tenemos por qué resignarnos a vivir con incomodidades como escapes, dolor o sentir que “ya no aguantamos como antes”.

No se trata de volverse atleta. Se trata de volver a ti. De cargar aunque sea poquito. De caminar con intención. De hacer esos famosos kegels que siempre dijimos “ay, luego los hago” mientras esperábamos el semáforo.

Sí, ya no tengo 20 años, pero no quiero que esta etapa me pase por encima. Quiero que mi cuerpo sepa que sigo aquí, que lo veo, que lo escucho… y que lo estoy aprendiendo de nuevo y cuidando como lo necesita en esta etapa.

Con más respeto. Con agradecimiento profundo. Con más paciencia.

La menopausia no es el final de mi vida, me quedan un montón de años por delante y pienso vivirlos sin miedo a reírme.

Contenido patrocinado por Femenine by Depend

Publicidad
Publicidad
Publicidad