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Recuperando los juegos de la infancia

Por: Ximena Méndez
Publicado: 14 de Noviembre 2019
Juegos
Foto: Twenty20
Foto: Twenty20

Nos encontramos en el primer cuarto del siglo XXI y todo apunta a que el entretenimiento esté a cargo de la tecnología. Sin embargo, nuestra esencia humana nos llama a agruparnos y a socializar siempre y es importante no ignorarla, sobre todo en la etapa de la infancia en la que socializar es básico para una formación adecuada. 

 

 

Sí, ya todos los niños que asisten a la escuela socializan de alguna forma, pero también es necesario que lo hagan fuera del horario escolar y con el único objetivo de divertirse. No todo debe ser rutina de escuela, clases extra, cenar, dormir. 

 

 

Hagamos un ejercicio de memoria y recordemos algunos juegos que la mayoría jugamos durante nuestra infancia, cuando no existían tablets, celulares, streaming e internet, para que los pongas en práctica con tus hijos y sus primos o vecinos, mientras más sean, mejor. El punto es buscar momentos de reunión que tengan múltiples beneficios para los niños como desarrollar habilidades sociales de acuerdos y alianzas, ejercicio físico divertido y liberar estrés y preocupaciones. 

 

 

Encantados.

 

 

Primero se debe elegir de manera unánime a la persona que va a “encantar”. Se reúnen todos en círculo y a la señal todos corren y el “encantador” los persigue. Cuando alcanza a uno y lo toca, éste se debe quedar quieto porque está “encantado” y así debe ir alcanzando a todos hasta lograr encantarlos. Pero, si alguien que no está “encantado” toca a uno que sí, automáticamente éste queda libre y puede seguir corriendo. La idea es que todos los integrantes pasaran por el papel de “encantador”. A decir verdad, era difícil lograr encantar a todos, pero en lo que lo intentabas, pasabas largas horas de diversión y además ejercicio.  

 

 

Las Traes o mejor conocido como “las trais” 

 

 

Un clásico parecido a “Encantados”, con la diferencia de que si te tocaban ahora “tú las traías” y debías perseguir a otro para tocarlo y decirle “las traes” y éste a su vez perseguir a otro. Diversión garantizada.

 

 

Saltar la cuerda en grupo.

 

 

Este juego es de lo más sencillo y divertido ya que sin tantas reglas trata de que dos personas toman los extremos de la cuerda y los demás se colocan en medio para saltarla. Si uno se atora con la cuerda, cambia de lugar con uno de los que dan vueltas a la cuerda. Así sucesivamente hasta que todos se cansen y les duela el estómago de tanta risa. 

 

 

Pato, pato, ganso.

 

 

Este juego es ideal para grupos de más de 8 personas. Deben sentarse todos en círculo, excepto uno que es el “ganso”. Éste deberá caminar alrededor del círculo tocando la cabeza de cada quien a la vez que dice “pato”. El “ganso” deberá a elegir a otro “ganso” tocando su cabeza y diciendo “ganso”. En ese momento ambos deberán correr alrededor del círculo, cada uno en sentido contrario al otro y sentarse en el lugar vacío. El primero que llegue se salva y que llegó después es el “ganso”, el cual deberá comenzar igual “pato, pato, pato, pato, ¡ganzo!” Muchas risas seguras.

 

 

Escondidillas.

 

 

No tiene mucha complicación, su nombre lo dice. Todos Para este juego será importante que localices un área segura en la que no corran riesgo real por esconderse, si es que lo hacen en exterior, o preferentemente hacerlo en el interior de casa. 

 

 

Basta.

 

 

Uno de los mejor ejercicios para practicar el vocabulario, la gramática y la escritura, que además les regalará un rato muy divertido. Parte de la maravilla de este juego es que no necesitas comprar el que viene pre hecho que venden en tiendas, basta con tener hojas de papel y lápices a la mano. Entre todos pueden seleccionar las categorías que quieran y cuantas quieran, la imaginación es el único límite. Algunas opciones son Nombre, Apellido, Animal, Flor/Fruto, País/ Ciudad, Color, Sentimiento, Prenda, Objeto; las opciones son inagotables.

 

 

Para quienes no lo hayan jugado, el juego va de que divides con un lápiz tu hoja por columnas y a cada columna le corresponde una categoría. Una vez divida la hoja comienza una persona diciendo en su mente o en voz muy baja el abecedario, letra por letra y otro lo detiene. Con la letra en la que se haya detenido se deben escribir todas la palabras de cada categoría, el que primero termina dice “¡basta!” y los demás deben detenerse.

 

 

Si la palabra se repite en varias hojas le corresponden 25 puntos, si se repite en dos hojas le tocan 50 puntos y si nadie más la pensó y solo está en una le tocan 100 puntos. Al final, después de pasar por varias letras, gana el que mayor puntaje haya tenido.

 

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