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¿Es normal la masturbación en niños?

Publicado: 4 de Mayo 2018
Estimulación y juego
Foto: IG @bannortoys
Foto: IG @bannortoys

Una vez estaba mi hijo jugando en el piso cuando de repente se acostó boca abajo y empezó a frotarse contra el piso; al verlo, no tardé ni un segundo en decirle que no lo hiciera porque se podía lastimar.

Entonces me surgieron muchas dudas: ¿por qué lo hace?, ¿es normal?, ¿sentirá alguna molestia y por eso lo hace?, ¿son ideas mías o en realidad se está MASTURBANDO?.   Uf, prácticamente me quedé pensando todo el día sobre lo que había hecho mi pequeño de tres años.

Pasaron los días y el frotamiento era cada vez más frecuente, lo hacía contra el piso, el sillón o la cama. Entonces, fue cuando decidí hablarle a su pediatra para preguntarle si era normal.

La respuesta que me dio me sorprendió: “Es normal que la mayoría de los niños lo hagan, la masturbación puede ocurrir en cualquier edad, pero es más común en los bebés, niños pequeños, preescolares y adolescentes”.

Incluso, un estudio publicado en la revista Pediatrics revela que a partir de los cinco meses de edad, un bebé comienza a explorar su cuerpo y toca sus genitales, y lo hace de forma más frecuente después de los tres años.

Desde los tres hasta los seis años es normal que realicen preguntas sobre su cuerpo y el de los demás, y empiecen a identificar las diferencias entre niños y niñas.

¿Cómo saber si es masturbación o realmente algo le pasa?

Una forma para identificar que los niños se están masturbando son los movimientos pélvicos contra el piso u objetos, postura inusual, sudoración, sofocos, cambios en la respiración y rubor facial.

La masturbación en los niños es normal; ellos no tienen todavía ninguna connotación sexual, simplemente lo hacen porque sienten una sensación agradable.

Después, cada vez que mi hijo empezaba a frotarse con algo o a tocar sus genitales le explicaba que no debía hacerlo frente a los demás, porque es algo privado y que debería tener cuidado porque sino podía lastimarse, ya que se podía rozar.

Ahora que tiene cuatro años, estos eventos han disminuido considerablemente; sí, de repente se toca sus genitales y hace preguntas sobre las diferencias entre niños y niñas, pero basta con aclararle sus dudas con respuestas de acuerdo a su edad.

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