¿Por qué los niños de ahora son menos pacientes, más solitarios y más caprichosos que las generaciones anteriores?

Es una realidad que no podemos ignorar. Psicólogos, terapeutas y maestros lo llevan advirtiendo con frecuencia sin que nadie lo escuche.

A veces es difícil escuchar críticas. Pero el consenso general de los especialistas coincide:

• Las habilidades sociales y emocionales de los niños de la actualidad han empeorado, junto con su comportamiento.
• Los niños de hoy no están preparados para la vida como solía ser. Ahora esperan más pero hacen menos.
• Vienen a la escuela pero tienen dificultades para aprender y mantenerse enfocados. 
• Tienen menos paciencia y menor tolerancia a la frustración, quieren que las cosas se resuelvan en ese momento y esperan que los demás les resuelvan los problemas.

En los últimos 15 años, los investigadores han publicado estadísticas alarmantes sobre un aumento agudo y constante en la enfermedades mentales en los niños, que ahora está alcanzando proporciones epidémicas:  

• 1 de cada 5 niños tiene problemas de salud mental
• 37% de aumento en depresión en los adolescente
• Aumento del 100% en la tasa de suicidio en niños de 10 a 14 años

Más solitarios, menos pacientes y más caprichosos ¿Por qué?

Hay una razón: nuestras elecciones actuales de estilo de vida han impactado en nuestros niños. Todas las últimas tecnologías, las tendencias modernas, los avances más recientes. 

Si bien todos queremos lo mejor para nuestros hijos, lamentablemente los ha llevado por un camino que los ha dejado menos preparados para sus propias vidas.

¿Qué debemos cambiar? 

Es momento de replantearnos nuestra forma de criar, de detenernos a pensar en lo que estamos haciendo con nuestros hijos, las decisiones que tomemos hoy, afectarán su futuro.  El especialista Chris Sasser nos da 10 recomendaciones que TODOS los que amamos a nuestros hijos deberíamos seguir:

1. Diez minutos al día

Vuelve a conectar con tus hijos. Pasa un tiempo individual con cada uno de tus hijos por diez minutos al día. SIN celular, SIN iPads, SIN televisión. Deje que tu hijo sea tu guía (que ellos elijan la actividad).

2. Deja que se aburran

¿Qué pasa si en vez de tratar de mantener a nuestros hijos ocupados y evitar que se aburran, simplemente DEJAMOS que se aburran?  No les ofrezcas un aparato electrónico para mantenerlos ocupados, no ofrezcas llevarlos a ningún lado. Solo déjalos aburrirse. Y observa cómo esto los lleva a crear su propia diversión y cómo su necesidad o gratificación instantánea se desvanece. 

3. Deja de dar recompensas para que haga las cosas

"¿Qué me darás si me porto bien? " 

"¿Qué obtengo por limpiar mi cuarto?"

La vida real no funciona con bonificaciones inmediatas. No recibirán una bonificación o tiempo libre porque hicieron su trabajo a tiempo. No recibirán un mes de su pago hipotecario porque lo pagaron a tiempo. Sí, es difícil enseñarles estas lecciones, pero preferiría que aprendieran de mí que la vida NO SIEMPRE es divertida, sino que es lo que tú haces con ella.   

4. Habla con ellos

Pasa la hora de cenar, pasa tiempo hablando en coche, deja todo lo que estés haciendo cuando tus hijos lleguen de la escuela y HABLA con ellos durante unos minutos (aprende lo que está sucediendo en sus vidas). Cena sin tener la tele encendida, el teléfono cerca o la tableta sintonizada en algo.

5. Dales responsabilidades

Las tareas son mucho más que solo limpiar. Las responsabilidades aumentan su autoestima. Les enseñan cómo trabajar. Les enseñan a encargarse de las cosas. Les enseñan a ser parte de algo más grande que ellos mismos.  "Para desarrollar una alta autoestima, una persona necesita un propósito. Un componente clave para una alta autoestima depende de cómo te ves a ti mismo con respecto a la contribución." 

6. Establece límites

Los niños necesitan límites para crecer y crear libremente, desarrollar su autonomía y habilidades sociales.

La ausencia de límites y normas en la familia puede traer consecuencias negativas para la educación de los niños.

7. Establece límites electrónicos en tu casa 

Puedes poner reglas simples sobre los horarios permitidos para usarlos y cumplirlas.

8. Ten una comunicación abierta

Hazles saber que estás ahí para ellos. "Si alguna vez te sientes triste o te olvidas de algo o algo se vuelve demasiado grande para que puedas manejarlo fácilmente, acude a mí".

9. Deja tu teléfono

Establezcan una regla para ustedes que limitará SUS distracciones en línea cuando sus hijos estén en casa. Los niños necesitan sentir esa conexión con sus padres. Una vez, mi amiga me dijo que había escuchado a un niño decir que su "teléfono de mamá era más importante" que ella.

Ella tenía seis años en ese momento. Cuando se le preguntó por qué se sentía así, la niña dijo que era porque a su mamá le gustaba mirar el teléfono más que a ella, incluso cuando la niña estaba hablando. Los niños lo notan todo. 

10. Enseña con el ejemplo

Si quieres que tu hijo cambie, primero debes hacer un cambio. Muéstrale a tus hijos dónde se encuentran tus prioridades.  Deja que tu hijo te vea leer un libro, lavar los platos, preparar la cena, tener conversaciones donde pueda sentarse y mirar a las personas a los ojos. 

Con información del artículo de Chris Sasser publicado en www.yourmodernfamily.com