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¿Tu hijo se come las uñas? Podría ser algo más que un hábito

Publicado: 3 de Agosto 2019
Criando con consciencia
Foto: IG @nenamartinezh
Foto: IG @nenamartinezh

A pesar de que le has dicho mil veces que deje de comerse las uñas, ¿tu hijo lo sigue haciendo? Incluso, le has embarrado mil cosas y le has hablado enérgicamente, pero sus manos siguen dentro de su boca… Tal vez deberías poner más atención.

 

Más allá de un mal hábito, este comportamiento puede ser una forma de demostrar que algo no está bien. Es una llamada de atención de que existe una necesidad que no se está cubriendo y, por ende, tu hijo está intranquilo.

 

Esos daños visibles en las uñas y en sus dedos ocasionadas por las mordeduras, aparentemente incontrolables, pueden ser generados por diversas situaciones. Por ejemplo, tal vez notes que tu pequeño se las muerde cuando está ansioso, nervioso, estresado o algo le inquieta.

 

“Morderse las uñas está asociado con la ansiedad, porque el acto de masticar las uñas alivia el estrés, la tensión o el aburrimiento, señala la American Academy of Dermatology y especialistas de Psychology Today.

 

Los niños a veces no pueden expresar con palabras lo que sienten o les preocupa, así que adoptan un hábito como éste para liberar todas esas emociones que los embargan. 

 

Karen Zaltzman, Coach de crianza, asegura que morderse las uñas es una forma oral de liberar estrés o tensión, la cual se acumula en la boca.

 

Por eso, se recomienda identificar qué es lo que le está estresando a los niños y buscar alternativas para bajar ese estrés. Suele ser difícil lograrlo, lo importante es que dejes a un lado los gritos o los regaños porque se está mordiendo las uñas.

 

Intenta buscar cosas evidentes como: algún cambio en la vida del niño, o si hay algo o alguien en la escuela que lo está molestando.

 

Evita hacer juicios, castigarlo o pelear con él para que deje de hacerlo; mejor guíalo para que aprenda a canalizar sus emociones y sensaciones.

 

Además, es importante crear rutinas, es decir, que tus hijos sepan qué esperar, en cierta forma adelantarles los cambios y buscar apoyos visuales que bajen el estrés.

 

¡No te estreses tú!

 

Si bien es cierto que morderse las uñas está relacionado con condiciones como el trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH),  trastorno de oposición desafiante, ansiedad por separación, enuresis y trastorno de tics, a veces sólo se trata del estrés acumulado de los días y sólo necesitas encaminar esa energía acumulada en la boca.

 

Lo ideal es que sea con estrategias orales como ponerles un collar que puedan morder de forma segura o darles un chicloso o un chicle cuando ya hayan aprendido a comerlo.

 

 

Fuente: Karen Zaltzman, Coach de crianza; Psychology Today

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