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El secreto para ganar el corazón de un niño de dos años (Y hacer que coopere más)

Publicado: 30 de Abril 2019
Criando con consciencia
Foto IG: sheridaningalls
Foto IG: sheridaningalls

Ese momento intermedio cuando aún no son niños, pero ya no siguen siendo bebés, puede ser uno de los más desafiantes para todos los padres, pues no entienden lo que quieres decirles y es muy difícil hacerlos cooperar.

 

Cuando les dices “no golpees la mesa”, ellos solo escucharán “golpea la mesa”. Todo lo que digas parecerá ser lo contrario, de ahí que nos encontremos con berrinches en cada momento. Además están justo descubriendo sus gustos y defendiendo sus posturas ante ciertas situaciones, lo que hace que sea más difícil guiarlos, pues cualquier cosa será tomada como reto y no dudarán en cambiar las reglas de todo.

 

Están en la edad de repetir todo, de aprender a ir al baño solos, de independizarse un poquito más. Ashley Soderlund, Psicóloga especializada en las emociones y el estrés de los niños, comparte 7 secretos para llegarle al corazón a los bebés o niños de 2 años, y así lograr superar esta etapa de la manera más respetuosa y positivamente posible.

 

1. Ignora los comportamientos que no quieres permitir.

 

Los niños suelen repetir las cosas cuando han visto que causan una gran impresión en sus padres. Por ejemplo cuando dicen una mala palabra y tú te exaltas y le dices que eso no se dice, ellos lo tomarán como algo muy importante, por lo tanto comenzarán a hacerlo tantas veces le parezca divertido y obtengan atención.

 

Los niños de dos años no reconocen que ciertas cosas te hacen enojar, ellos solamente saben que reaccionas de manera diferente a como lo haces cotidianamente. Aprenden por repetición, de ahí que quieran ver, leer, jugar y escuchar lo mismo 100 veces, pues es así como su cerebro va creando conexiones importantes.

 

Cuando dejas de poner atención a las cosas que no quieres que hagan, como pegar, lo interesante se va de inmediato, para tu pequeño de 2 años. En lugar de decir no pegues y hacer todo el teatro de explicar, solo puedes decir de la manera más tranquila: “veo que estás tratando de llamar mi atención, puedes tratar de hacerlo de una mejor forma”.

 

Los niños quieren reacciones, por eso es importante no dárselas a las cosas que no queremos que hagan.

 

2. Sorpréndelo con reacciones inesperadas.

 

Contrario al punto anterior, podemos jugar con ellos con cosas que le sorprendan y no se esperaban. Como corretearlos, soplarles suavecito en su cara, hacerles cosquillas o querer comernos sus pies.

 

No solo te llenará de risitas hermosas, de inmediato se involucrará en el juego y te pedirá hacerlo mil veces más, estarás reforzando su sentido del humor.

 

3. No uses la palabra no.

 

El cerebro no la entiende y no la procesa, así que decirle a ellos es una pérdida de tiempo y energía. Así que tendrás que eliminarla e ingeniártelas para pedirle las cosas en positivo.

 

En lugar de decir: “no corras”, puedes decir: “ve más lento”.

 

Dile lo que sí puede hacer, sobretodo cuando haga algo que no quieres que haga, como pintar la pared, en lugar de decirle no pintes ahí, dile: “quieres pintar, puedes hacerlo en esta libreta”.

 

Es la mejor forma de dirigir su comportamiento, pues les sigues permitiendo hacer algo en lugar de solo detenerlos.

 

toddlers 2 años
Foto IG: fifo_dad

 

4. Dale pequeñas tareas

 

Esta es una buena forma de ganar su cooperación, poniéndolos a cargo de algo. Hazlos parte de las cosas que tengas que hacer, como darle su credencial de la escuela a la maestra cada que llegan, o meter la ropa limpia al canasto para llevarla a doblar. Hay mil cosas en las que pueden involucrarse, si empiezan desde pequeños es más probable que lo hagan de grandes, y eso es muy importante.

 

Incluso cuando son tareas que podrían causar más desastre, no lo veas como tiempo perdido, sino tiempo invertido en su estimulación y desarrollo. Describe las tareas de manera que estuvieras contando una historia, así obtendrás su atención y cooperación.

 

5. Pide las cosas de la forma menos esperada.

 

Cuando pedirle que se ponga los zapatos o el pantalón es más una guerra, hay que hacerlo de forma creativa y un paso a la vez.

 

No solo se trata de pedir que se ponga los zapatos, sino de motivarlo a hacerlo. Puedes decirle que ya es hora de ir a jugar y hay que hacerlo con zapatos. Darle a escoger cuáles quiere, si los naranjas o los de un personaje. Y si aún se rehúsa, es momento de jugar. Puedes hacer como que no sabes dónde va el zapato y ponerselo en la nariz, en su mano o en cualquier otro lugar para que solito pida ponérselo en su pie.

 

Tal vez pienses que eso te tomará demasiado tiempo, pero si lo analizas, tardarías lo mismo luchando por los zapatos que jugando.

 

6. Enséñale sobres sus emociones.

 

Los niños de 2 años están aprendiendo de ellas de la forma más primitiva y no aceptada socialmente. Es importante hacerlos entender sus sentimientos para que los conozcan y enseñarles que todas las emociones está bien sentirlas y por eso hay que reaccionar de ciertas formas.

 

Por ejemplo, decirle: “Estás enojada porque no puedes jugar más con las muñecas, lo entiendo y está bien, pero no está bien pegar”.

 

Nombrar las emociones le ayudará a autorregularse, pero lo más importante es que se sentirá seguro de expresarlas contigo.

 

7. Dale rutinas predecibles.

 

Los momentos más difíciles para ellos son las transiciones, como irse a dormir, el regreso a casa después de la escuela. Los niños de 2 años no tienen sentido del tiempo, es por eso que cuando les pedimos que hagan algo, porque ya es hora, lo toman como una orden que no quieren seguir.

 

Pero cuando hay rutinas claras que se siguen todos los días, saben que después de cenar viene el baño y después la cama, esto les dará seguridad y evitará dos que tres luchas de poder.

 

Hay rutinas diarias y rutinas semanales, como los días de ir al parque, los viernes de pizza o los jueves de helado que le ayudarán a identificar un ciclo en su vida y sentirán que tienen el control.

 

La hora del sueño es una rutina que no debería escapársele a nadie, pues llevarlos a la misma hora a dormir les ayudará a hacerlo más fácil y rápido y a tener una mejor calidad de sueño

 

Los dos años no son terribles si te conectas con tu hijo de la mejor manera, podrás sobrellevarlos sin estrés. Disfruta porque en esta etapa aún puedes abrazarlos y acurrucarlos como si fueran bebés, llevarlos cargados por un buen rato y mimarlos. Aunque parezca ser la etapa más difícil, también se disfruta muchísimo.

 

 

Fuente: Ashley Soderlund

 

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