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Cuando le hagas una promesa a tu hijo, siempre cúmplela

Publicado: 14 de Septiembre 2021
Criando con consciencia
Foto: IG @lauries_little_ones
Foto: IG @lauries_little_ones

¿Recuerdas todas las promesas que le has hecho a tus hijos?, ¿las has cumplido todas?

 

Honestamente, yo le he fallado más de una vez a mi pequeño, porque en ese momento pasaron mil cosas o simplemente no se “alinearon los planetas” para que sucediera. 

 

No lo niego, me sentía culpable por haber prometido algo que no cumplí; muy dentro de mí, esperaba que mi hijo ya no lo recordara al siguiente día. Pero, sin darme cuenta una vez más lo hice: le prometí que le compraría su helado favorito si se concentraba en las cosas que estaba haciendo. 

 

Su respuesta fue contundente: “siempre dices lo mismo y no cumples”. Me dejó en shock, no supe qué decir; sólo sentí un hueco en el estómago. Con esto me di cuenta que los pequeños tienen una mente privilegiada, jamás olvidan algo que realmente consideran importante para ellos.

 

“Los niños pequeños se sienten obligados a cumplir sus promesas y esperan que los demás hagan lo mismo. Cuando alguien la rompe, no dudan en protestar y en exponer las reglas que implica la palabra promesa”, señala un estudio publicado en el Journal of Experimental Child Psychology.

 

Pero, más allá de la buena memoria de los niños, ¿sabes por qué es tan importante cumplir con las promesas?

 

Muchas veces le decimos a los niños que sí a algo para evitar un enfrentamiento, pero si decimos que no podemos o no queremos de forma empática y clara, a pesar de que haya protestas, los pequeños aprenden a manejar que las cosas no siempre son como les gustaría.

 

Jamás olvidemos que nosotros somos el mundo de los niños, así que cuando cumplimos nuestras promesas les enseñamos que el mundo es un lugar seguro y sobre todo confiable.

 

Al cumplir una promesa les estamos demostrando a nuestros hijos lo importante que son para nosotros, cuánto los amamos y valoramos, que pueden contar con nosotros en cualquier circunstancia.

 

Les ayudamos a forjar su integridad, les estamos enseñando valores (responsabilidad y compromiso) que los identificarán como personas no sólo en la infancia, sino cuando sean adultos, porque recuerda que ellos aprenden por imitación.

 

Les estamos mostrando que a través de la confianza y seguridad pueden establecer relaciones de amistad fuertes y estables, basadas en el respeto y en el amor.

 

Así que tratemos de no hacer promesas vacías a los niños, aquellas que sólo se hacen para que hagan algo de forma inmediata, no olvidemos que la desilusión o la falta de compromiso los puede afectar a nivel emocional.

 

 

Fuente: Karen Zaltzman, Coach e crianza; Journal of Experimental Child Psychology y Psychology Today

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