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Antes de castigar o pegarle a tu hijo, deberías intentar hacer esto en su lugar.

Publicado: 30 de Noviembre 2018
Criando con consciencia
Foto: Twenty20
Foto: Twenty20

Antes de castigar o pegarle a tu hijo, deberías intentar hacer esto en su lugar.

 

Usar los golpes para controlar a un niño puede tener consecuencias graves en su desarrollo.

 

Usar la violencia sólo les enseña a ser más agresivos, hay muchos estudios que lo confirman y cada día más especialistas en crianza aseguran que un método respetuoso tiene mayores beneficios que hacer lo que desde hace años las abuelas hicieron con nuestros papás y ellos con nosotros.

 

Hoy en día todavía es muy común escuchar que una nalgada a tiempo es mejor, pero la realidad es que esto sólo empeora las cosas, les enseña que los golpes son la solución a los problemas. Tienen además, más probabilidades de volverse agresivos.

 

Esto no es todo, está comprobado que el abuso físico, trae consigo heridas en el autoestima y en su cerebro.

 

Golpear no es la única solución, no es la última instancia a la que debemos acudir, de hecho ni siquiera deberíamos considerar que podemos hacerlo, porque eso es abuso del poder que tenemos como papás.

 

Entonces ¿qué podemos hacer cuando creemos que no tenemos otra opción más que golpear?

 

1. Cálmate por unos segundos y respira, usualmente los papás cuando terminan golpeando es porque están muy enojados, estresados y frustrados. Trata de identificar que el enojo es tuyo y no tiene nada que ver con tu hijo. Respira profundamente y trata de sacar en cada exhalación ese sentimiento.

 

2. Si es necesario tomarte un tiempo fuera, hazlo siempre y cuando no sea una situación en donde esté en peligro la vida de tu hijo. Ve a alguna zona donde te sientas más tranquila.

 

3. Baja a su nivel, míralo a los ojos y habla de manera firme pero amorosa.

 

4. Escucha lo que tu hijo quiere o necesita en ese momento y trata de darle opciones, a veces sólo necesitamos poner atención para saber que el berrinche es porque quieren dejar de estar amarrados a la silla de comer o no pueden destapar una botella.

 

5. Utiliza las acciones naturales de sus actos para que entienda porqué lo que está haciendo no está bien. Decirle que se quedará sin cenar porque rompió algo no es la mejor forma de enseñarle las consecuencias, pues no cenar no tiene nada que ver con romper algo. Aquí lo mejor es enseñarle a reparar lo que se rompió.

 

6. Piensa que cuando golpeas a tu hijo su relación se debilita, el dolor físico que se genera tal vez se quite después de un día, pero el dolor emocional es mucho más fuerte.

 

7. Los castigos, gritarles o golpearles es una forma de abuso. Esa no es la mejor forma de educar a un niño.

 

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