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Estás embarazada por segunda vez, pero… ¡a tu hijo no le agrada la idea!

Publicado: 18 de Abril 2018
Cuerpo de mamá
Foto: IG @chasingthesummerfields
Foto: IG @chasingthesummerfields

Recibir la noticia de que serás madre por segunda vez te llena de alegría; piensas que tu embarazo podría ser más tranquilo (por la experiencia obtenida).

Sin embargo, ahora los retos son diferentes, no sólo se enfocan en cómo se sienten los papás, sino en cómo reaccionará tu primer hijo.

Rara vez los pequeños reaccionan de forma positiva, incluso, un estudio del Royal Hospital for Women, Sydney, revela que 93% de los menores de cuatro años expresan su desacuerdo a través de su comportamientos, es decir, con berrinches o retrocesos en su desarrollo.

Esto es muy notorio, porque empiezan a actuar de manera diferente desde el embarazo cuando no quieren un hermanito. Por ejemplo, un niño entusiasta, sociable y parlanchín, se puede convertir en un pequeño tímido y dependiente.

Si está en la etapa de dejar el pañal y ya por fin iba solo al baño o ya no se hacía pipí durante la noche, puede empezar a mojar la cama otra vez o dejar de avisar; o pedir ayuda para vestirse, no querer comer, o tener problemas para dormir solo.

Cada niño es diferente y, por obvia razón, tendrá una reacción diferente a la noticia de que será hermano mayor. Pero, lo que sí es seguro es que experimentará una lluvia de emociones, con la  que a su corta edad, no sabe la forma “correcta” de expresarlas.

Habrá momentos en los que sienta ilusión, alegría y emoción, pero habrá otros en los que aparezcan los celos, resentimientos, así como sensaciones de soledad y tristeza.

Sin embargo, estos problemas son temporales y lo único que tendrías que hacer como mamá es ir preparando al pequeño para que se adapte a la idea de que tendrá una persona más a quien amar.

Demuéstrale a tu pequeño que entiendes todo lo que siente y piensa, deja que se exprese, pero al mismo tiempo dale la seguridad que necesita (ahora más que nunca) a través del amor, comprensión y EMPATÍA.

Respeta su tiempo y espacio, es decir, permite que juegue solo o deja que esté en su habitación de la forma que él lo pida; pero, dile que en cuanto él lo necesite, estarás ahí, a su lado.

Sin que seas invasiva o quieras forzar al pequeño a la idea de que debe querer a su hermanito que está en camino, inclúyelo en la experiencia de tu embarazo al mostrarle cómo se mueve dentro de tu vientre, al elegir la decoración del cuarto del bebé, léele cuentos de hermanos mayores y la llegada de los hermanos…

Aunque puede parecer un poco complicada la situación cuando tu hijo no acepta tu embarazo, el tiempo es tan sabio que llegará el momento en que verás a los dos hermanos como cómplices, siendo el apoyo uno del otro. Lo importante es que no lo dejes a un lado y le pongas más atención a sus emociones.

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