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México, país donde un descuido podría ser letal para niños y niñas

Publicado: 19 de Febrero 2020
Vida de familia
Foto: IG @bannortoys
Foto: IG @bannortoys

Ser niña o niño es una de las etapas más hermosas de la vida, es el momento en el que disfrutas de la vida al máximo, con la inocencia y necesidad de aprender de todo lo que te rodea.

Sin embargo, en México no es así, aquí los niños no tienen la libertad de jugar o conocer el mundo con seguridad.

Lamentablemente, un claro ejemplo es el caso de Fátima, una niña de tan sólo 7 años de edad que fue violada y asesinada en la Ciudad de México de la forma más cruel e indignante que una persona pueda imaginar. Una historia que nos hace sentir coraje, tristeza, decepción, repudio y mil sentimientos encontrados. 

Esto nos ha dado un duro golpe al enfrentarnos a la realidad: actualmente los niños tienen que estar resguardados en casa y vigilados por sus padres en todo momento, porque un descuido puede ser letal para ellos. 

De acuerdo con datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), más de 4.5 millones de niñas y niños son víctimas de abuso sexual cada año, lo cual coloca a México en el primer lugar a nivel mundial en materia de abuso sexual, violencia física y homicidio.

Incluso, el balance anual 2019 de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim) revela que las niñas y los niños tienen 30% más probabilidades de ser víctimas de desaparición o de homicidio.

“Desde el año 2000 al cierre del 2019 alcanza cerca de 21 mil niñas, niños y jóvenes víctimas de homicidio doloso; más de 7 mil casos de niñez desaparecida. Diariamente desaparecen 4 y asesinan a 3.6 niñas, niños y adolescentes”, señala el reporte.

La Redim señala que entre enero de 2015 y julio de 2019, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) registra tres mil 297 feminicidios en México, de los cuales 317 fueron mujeres de entre 0 y 17 años; es decir, uno de cada 10 feminicidios afecta a niñas y adolescentes.

Por esta razón, al comparar los primeros siete meses de cada año, 2019 representa el periodo más violento por el delito de feminicidio en contra de niñas y adolescentes, al presentar un crecimiento de 13.5% respecto al mismo lapso de 2018.

En tanto, el Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas o Desaparecidas reportó que,en México, de los más de 37 mil casos de desapariciones reportados, más de 7 mil corresponden a menores de edad.

Ante estas cifras y casos que estrujan el corazón y las entrañas como el de la niña Fátima de 7 años de edad que fue asesinada, es necesario que desde el gobierno hasta la sociedad civil reconozcamos la dimensión de la tragedia y la violencia de género hacia niñas, adolescentes y adultas que se vive en México.

Desde nuestra trinchera debemos fomentar una cultura libre de machismo, de apertura y de respeto, que permitan prevenir, combatir y castigar la violencia sexual, sobre todo la infantil.

Debemos apoyarnos unos a otras para prevenir casos como el de Fátima, el de Ingrid Escamilla y el de muchas mujeres más que ya no pueden volver a abrazar a sus familiares porque no pudieron regresar a casa.

Escuelas no pueden dejar a un niño en la calle, si no han llegado sus papás

En las primeras versiones del caso de Fátima se dijo que las maestras dejaron fuera de la escuela a la niña.

Ante ellos, las instituciones educativas aseguran que las autoridades de la escuela no pueden dejar en la calle a los niños, si sus papás aún no llegan por ellos.

Al contrario, tienen como obligación entregar a los niños a una persona debidamente acreditada (con credencial), que compruebe el parentesco del menor.

En caso de que el tutor o los padres superen la tolerancia del horario de salida, se trasladará al niño o niña a una autoridad correspondiente .

¡Perder a un hijo, el mayor miedo de los padres y madres!

Con todas estas cifras, sin duda los padres y madres estamos inquietos, preocupados y temerosos de todo lo que está pasando, y vienen a la mente preguntas como: ¿qué hacer si mi hijo se pierde?, ¿cómo proteger a mi hijo de la violencia que se vive en el país? Existen una serie de recomendaciones que debemos tener en cuenta siempre.

¿Cómo evitar y prevenir el robo o pérdida de niños?

En la Cartilla Amber se comparten una serie de recomendaciones para padres, tutores o cuidadores de niños y adolescentes, a fin de prevenir y evitar su robo:

  • Ayúdale a tus hijos para que se aprendan su nombre completo, domicilio, teléfono de emergencia (cualquiera de los papás) y nombre completo de ambos padres.

  • Jamás les sueltes la mano, ni los pierdas de vista (no importa que te digan exagerada).

  • No permitas que desconocidos le tomen fotografías ni videos, ya que no sabes para qué lo hacen.

  • Explícales que no deben hablar con desconocidos, ni aceptar regalos como dulces, ni acercarse a automóviles. 

  • Cuando vayan a un lugar público, muéstrales una zona donde puedan encontrarse en caso de que se separen o se pierdan.

  • Es básico y necesario que sepas dónde y con quién están tus hijos. Las actividades que realizarán y si habrá visitas en el lugar donde estén.

  • Nunca los dejes solos en el automóvil.

  • Enséñales que tienen que gritar pidiendo ayuda si alguien quiere llevárselos.

  • Pídeles a los pequeños que nunca abran la puerta de la casa, hasta que algún adulto esté cerca.

  • Evita poner el nombre de tus hijos de forma visible en su ropa.

  • No publiques en redes sociales información de tus hijos, de tu trabajo o de tus cosas.

En caso de pérdida o robo...

Lo primero que debes hacer es reportarlo a las autoridades. En el caso de México tienes que llamar al teléfono 01 800 00 85 400 o escribir a alertaamber@prg.gob.mx. Una vez que se tiene el reporte, se valora la conveniencia de activar una alerta, sobre todo cuando el niño sea menor de un año y se tenga información suficiente del pequeño.

Esta alerta se trata de un mecanismo nacional para la búsqueda y pronta localización de niñas, niños y adolescentes reportados como no localizados; participa el gobierno federal, estatal y municipal, así como medios de comunicación, redes sociales y población en general.

Desde casa tengamos una comunicación abierta con nuestros hijos, con un lenguaje que vaya de acuerdo a su edad. De esta manera enseñaremos a nuestros hijos a respetarse y ser respetados, es decir, enseñémosles que nadie tiene derecho ni puede tocar su cuerpo, y si alguien intenta hacerlo, procuremos que tengan la confianza para contarlo y actuar a tiempo.

 

 

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