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8 mitos y costumbres que parecen buenos pero que en realidad pueden poner en peligro la vida de un bebé

Publicado: 20 de Noviembre 2018
Primeros meses
Foto: Twenty20
Foto: Twenty20

Hace tiempo las mamás primerizas seguían los consejos de las abuelitas y las tías porque eran las fuentes de “confianza” que tenían a su alcance.

Actualmente, eso quedó atrás; gracias a la tecnología y a las tribus de mamás, podemos darnos cuenta de los mitos y costumbres que en realidad no son tan “buenos” como parecían.

Sin embargo, muchas veces es necesario que tengas argumentos válidos y bien respaldados para responder a la generación anterior que, en general con buenas intenciones, busca que se críe a sus nietos como criaron ellas a sus hijos. 

1. Envolver al bebé como taquito

Es una práctica muy común, pues se cree que así los bebés se sienten arropados como si siguieran en el vientre. Sin embargo, esto no sólo aumenta el riesgo de muerte súbita debido al sobrecalentamiento, también puede ser perjudicial para su cadera, al dejar sus piernas estiradas sin espacio libre para moverlas.

Un estudio realizado por el Hospital de la Universidad de Southampton por el doctor Nicholas Clarke, dice que esto puede alterar el desarrollo de la articulación de la cadera.

Si bien se puede arropar a los bebés ya que a algunos les ayuda a conciliar el sueño, es importante hacerlo con telas delgadas, dejar sueltas tanto la cadera como las piernas y dejarlo de hacer una vez que los bebés se empiezan a voltear. 

2. Dormirlos boca abajo

Antes se acostumbraba dormir a los bebés boca abajo porque reducía el peligro de regurgitar la leche. Pero, un estudio publicado en Pediatrics revela que es todo lo contrario, ya que tienen un mayor riesgo de asfixiarse y sofocarse. Incluso, a partir de la campaña “Back is best” (Boca arriba es mejor) se disminuyó de forma importante el índice de muerte súbita o muerte de cuna. 

Así que lo ideal es que los bebés duerman sobre su espalda, con la cabeza hacia a un lado. Sin embargo, no te preocupes si su cabeza se mueve, el cuerpo naturalmente voltea la cabeza en caso de que regurgite leche.

3. Vestirlos con gorro y guantes

Las mamás primerizas solían cubrir al bebé con este tipo de ropa para evitar que el bebé tuviera frío. Sin embargo, esto no es lo ideal, ya que uno de los factores principales que se asocian con la muerte de cuna es el sobrecalentamiento. Adicionalmente el exceso de capas puede generar dermatitis por sudor.

La Academia Estadounidense de Pediatría (American Academy of Pediatrics) recomienda mantenerlos frescos, es decir, abrigar al bebé con máximo una capa más de la que están usando los adultos y nunca cubrir los rostros o cabeza, conel fin de disminuir el riesgo de Síndrome Infantil de Muerte Súbita.

4. Abrigarlos con cobijas gruesas o polares

Lo único que hacen este tipo de cobijas es atrapar el calor, sin permitir que el sudor se evapore, por lo que el bebé puede estar mojado y con frío. Lo mejor es usar telas de algodón o naturales.

Los niños y bebés mayores de un mes regulan su temperatura como los adultos, aunque son un poco más sensibles al frío, también son mucho más activos, así que entran en calor fácilmente. Además, al estar en brazos o al ser amamantados, reciben el calor del adulto.

5. Fajeros para su ombligo

Era muy común usarlos décadas atrás para que “no se les salte el ombligo”, pero actualmente no es recomendable debido a que puede generar una infección o afectar el movimiento de respiración.

Lo que se recomienda es mantener la zona limpia y seca hasta que el cordón se caiga por sí solo, tratando de no mojar la zona incluso durante el baño. 

6. Agua antes de los 6 meses

Antes se acostumbraba a dar probaditas de agua natural a los bebés para hidratarlos, sin embargo, esta es una práctica que no debe realizarse. El agua ocupa espacio en el pequeño estómago del bebé sin aportar nutriente alguno, mientras que la leche materna cambia su composición y cantidad de agua según el clima y la hora. 

Por ello, los bebés deben alimentarse con lactancia materna exclusiva a libre demanda durante los primeros seis meses, porque no sólo los alimenta, sino que los hidrata y cubre todas necesidades. En caso de que tengas que recurrir a la fórmula, el agua que contiene es suficiente para el bebé. 

7. Infusiones o tés para los cólicos

Darles infusiones puede provocar intoxicaciones, ya que todos los tés, por más naturales que sean, tienen efectos secundarios. El anís estrella se usaba antes para aliviar los cólicos de los bebés, sin embargo, un estudio de la Universidad de Illinois en Chicago revela que es tóxico a nivel neurológico y gastrointestinal.

Es decir, puede ocasionar vómitos, temblores, espasmos, movimientos incontrolables de los ojos e hiperexcitabilidad con llanto.

Los primeros 6 meses, el único líquido que debe consumir el bebé debe ser la leche materna o fórmula (nunca atoles o jugos), y posteriormente al introducir sólidos solamente deben beber agua natural con los alimentos. 

8. Horarios fijos de lactancia

Sin duda es uno de los mitos que debe eliminarse por completo, actualmente la lactancia debe ser a libre demanda.

Jack Newman experto en lactancia e internacionalmente reconocido señala que el bebé debe comer el tiempo que quiera, las veces que quiera y hasta que él solito suelte el pecho para asegurar que la producción de leche satisfaga su demanda, un horario establecido podría disminuir la cantidad de leche que produce la madre. 

Es importante intercalar los pechos en las tomas para evitar que la leche se acumule en un solo pecho, pero no es necesario hacerlo por tiempos como muchos aconsejan, ya que el bebé necesita vaciar el pecho por completo para recibir todos los tipos de leche, y eso se logra hasta que él la suelta solito.

Si tienes dudas sobre lactancia o alimentación complementaria, existen cursos en línea como los de Naran Xadul que pueden ayudarte a hacer más fácil este proceso. 

Es normal que como mamás primerizas tengamos muchas dudas, pero lo ideal es que nos acerquemos con los especialistas, con tribus de apoyo de mamás como la de Naran Xadul, con asesoras de lactancia o doulas para hacer más fácil el camino de la maternidad.

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